¿Por qué pintar sillas tapizadas?
En ocasiones, las sillas tapizadas pueden parecer desgastadas o pasadas de moda, aun cuando estén en buen estado. La tendencia moderna indica que podemos darles una segunda oportunidad pintándolas y renovándolas, y así darles un aspecto totalmente diferente.
¿Qué materiales necesitamos?
- Pintura para tela
- Cepillo y/o rodillo
- Cinta de pintor
- Protector para cubrir el suelo o el área de trabajo
Paso a paso
1. Preparar la superficie
Lo primero que debemos hacer es limpiar y preparar la superficie de la silla. Debemos retirar cualquier polvo, pelusa u objeto extraño que haya en la superficie. Luego, tape bien las áreas que no deseamos pintar, como las patas o las partes metálicas.
2. Pintar la silla
Aplica la pintura para tela en delgadas capas, empezando por los lados y contornos de la silla. El truco está en aplicar capas delgadas y uniformes, para evitar que la pintura haga grumos o deje marcas. Asegúrate de aplicar la cantidad suficiente de pintura para que la silla quede cubierta completamente.
3. Dejar secar
Es importante dejar secar la silla durante al menos 24 horas antes de sentarse en ella. Es mejor excederte en tiempo de secado que quedarte corto. Si tienes prisa, puedes acelerar el proceso de secado con un secador de pelo en temperatura media.
4. Aplicar una segunda capa de pintura
Una vez seco, puedes aplicar una segunda capa de pintura para reforzar la cubierta y darle más estabilidad a la silla. Recuerda que cada capa debe ser fina y uniforme.
Conclusión
Pintar sillas tapizadas puede ser una forma económica y fácil de darle un toque de modernidad y personalidad a cualquier habitación. Con unos pocos materiales y un poco de paciencia, podemos transformar sillas viejas y aburridas en piezas repotenciadas y atractivas.